Es
más sincero el pensamiento que pueda expresar una persona de otra, que
el que él o ella confiesa de sí mismo/a, porque normalmente no todo lo
que se dice de uno mismo/a suele ser verdad (ya sea porque da vergüenza
expresarlo, o porque no se quiere reconocer esa verdad, y claro está,
como nadie nos lee el pensamiento, podemos decir lo que queramos), pero
lo que se piensa de otra persona, puede ser verdad, pero les conciernen a
ellos mismos (pensantes), es decir, habla más de él o ella que de la
persona a la que se hace referencia.
S.E.A
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