Las personas que a
menudo denunciamos, nos enfadamos con las injusticias, ya sean
politicas, de maltrato infantil, animal o cualquier conflicto social en
la humanidad, seguramente que bajamos en la frecuencia vibratoria de las
energías, pero en realidad, son experiencias duras, son los que están
cambiando realmente el mundo, porque sentados criticando las sombras que
otros tienen (aunque critiquen también) así no se va a cambiar nada, ni
meditar para subir su vibración, mientras que critica la acción
guerrera de otras personas que luchan a diario por no hacer la
indiferencia a otros seres que están sufriendo, son los que quitan las
malas hierbas. Orar sin tomar acción no sirve de nada. Es bueno combinar las dos fuerzas, ser rebeldes y sentir indignación cuando el momento lo requiere, y otras veces ser compasivo y empático, es una manera de integrar la energia en el movimiento, porque la vibración sube y baja. Eso hay que entenderlo. No hay manera de solucionar las cosas si no es entendiendo este viaje que solo consigue su equilibrio combinando las dos fuerzas. Porque por ejemplo, meditar está muy bien, siempre que se haga desde la vibración del amor y la compasión por todos, no solo los afectados o las víctimas, si no por los que hacen daño, que son inconscientes. Pero el que grita y condena, hace su trabajo (oscuro) y necesario para poder incorporar nuevas energías, a veces es necesario "sacudir la mierda" para que esta salga y sea disuelta.TODO ES PERFECTO Y PASA COMO TIENE QUE PASAR.... pero la indiferencia se estanca, se pudre, hasta la muerte... porque aquí estamos para vibrar en la dualidad y experimentar el miedo, el amor, y juntos integrarlos y dar la bienvenida a este nuevo paradigma de vida más equilibrada y sana para todos los seres del planeta.
S.E.A
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