miércoles, 22 de noviembre de 2017

AMANDO desde EL EQUILIBRIO

¿Nos hemos parado a analizar el hecho de amar más a los animales que a los humanos? 
¿Qué efectos podemos sembrar?
¿Ello nos conlleva a alimentar más la dualidad?

Amando con moderación, evitamos odiar al máximo.

Observo y me proyecto mucho en aquellos que amando a los animales, los consiente, los adora, los ama al maximo.... y quizá es bonito, pero no nos damos cuenta de que cuando idealizamos a un tipo determinado de ser, lo que hacemos es desarrollar más la dualidad en las emociones.

Me explico.

Cuando alguien odia lo que más amamos, entonces podemos llegar a odiar al mísmo que odia -lo que amamos- de manera extrema.

Entonces eso NO es AMOR INCONDICIONAL.
El amor incondicional NO entiende de separación. 
Ama a TODOS por igual. Tanto a los peludos como al humano y por supuesto los vegetales.

Que tal aquellos que defienden la vida animal porque sufren,
-y estoy de acuerdo- pero sin embargo, nos olvidamos que las plantas a un nivel frecuencial distinto al nuestro también pueden sufrir, pero nosotros no podemos sentirlo, o almenos muchos.




Yo sigo amando a los amigos peludos y en el pasado remoto llegué a odiar excesivamente al término humano por todos los maltratos recibidos y por mucha indiferencia de aquellos que dicen de gustarles -con la boca pequeña- pero que, a la hora de la verdad no hacen gran cosa por ellos o quizá se indigna más por las pérdidas materiales, o maltratos a su misma especie y pareciera que le da igual que a la naturaleza la maltraten, y eso genera que a los amantes de la naturaleza se indignen por ese vacío y aún exageren más su amor hacia ellos incluso odiando más a los otros porque no responden igual que ellos.

Causando pues, las mísmas reacciones polarizadas en sus intereses hacia lo que más amamos, y formando parte de una conducta social que en definitiva es la que todos acabamos forjando inconscientemente llevados por la contrapartida emocional.

Después de haberme involucrado en sincronía por mi solidaridad hacia aquellos que si los aman y los ayudan, y comprendiendo que NO TODOS los humanos son malos, porque cada vez somos más  
-o quizá así lo veo yo-  los que hacemos cositas por ellos, y he podido ver, sentir y comprender ciertas actitudes.

Tenemos que comprender, que el humano tiene una mente y un programa enfocado a actuar muy diferente a la naturaleza, es fácil caer en la trampa del odio.   Y solo por eso,  ya debiéramos sentir más compasión y empoderarnos.

La naturaleza tiene un código diferente que nos recuerda nuestro orígen y por eso la amamos, sobre todo aquellos que estamos a punto de "graduarnos" y, que solo nos falta amar ese punto donde hemos llegado que es el SER HUMANO y que tan decepcionados nos tienen a ciertas personas. 
No digo todos, pero sí muchos.


Entonces la única manera de transcender y empoderarnos no es solo AMAR a la NATURALEZA sino al SER HUMANO. Ya que nosotros somos parte de todo eso. Y sé que para muchos es duro y difícil, porque todo es un camino.

Yo no me imaginaba ni por asomo que ese odio tan excesivo me iba a abandonar. Y ya llevo un cierto tiempo asombrada, quizá por mi ingreso en el hospital desde principios de éste año, que la vida me ha querido demostrar cuan amoroso y ayudante puede ser el ser humano unos con otros.
Y esa experiencia me ha servido y mucho. Y comprobar que después de mi despecho hacia mucha gente, he visto de qué manera tan amorosa me querían ayudar, como la gente me apoyaba -y yo me preguntaba si realmente me lo merecía jeje- pero..  el Ser Humano es bueno en su naturaleza.



Solo la manipulación y las interferencias negativas nos puede cambiar y degradar.

Así pues, por el bien de todos, mejor pasar a la buena onda, y cambiemos con firmeza, porque yo aseguro por experiencia própia, que en cuanto amamos y dirigimos buenas intenciones hacia un punto, el entorno cambia asombrosamente.


S.E.A

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